Buenos días, Bélgica

Y sí, por fin llegamos a Bélgica, tierra natal de Tinín y del Papá de Chiz. Iba a contarles en este post todo lo que aprendí de los holandeses, pero eso tendrá que esperar (quizás el post que viene trate de eso, porque ya lo tengo escribo, para serles sinceras). En cambio, mi ánimo prefiere contarlas todos los peros que tuvo el viaje y, de regalo, les voy a dar un punteo de las cosas que pueden preguntarme (eventualmente, a mi regreso a Bs As sobre Holanda).

A ver, vamos por partes sobre los peros:
1. las bicicletas: ilusionadísima vine yo por mi bicicleta holandesa y vaya triste sorpresa fue cuando entendí que en Amsterdam no entendían nada de bicis y tuve que conformarme con un "es-lo-que-hay". Encima, a ese "es-lo-que-hay" ya tuve que mandarlo a ajustar porque, como sospeché desde un primer momento, las palancas estaban flojas y de suerte que no se rompió nada (pero claramente yo no ando viajando con herramientas para arreglar eso ni cuento con la fuerza para ello)kij
2. la tecnología: habiendo arreglado la bicicleta (y ya ofuscada al respecto) se me rompió la cámara de fotos (veremos si en Amberes puedo arreglarla...), el cuenta kilómetros (que se había quedado sin pila, pero ahora simplemente hizo kaput). Ah! Y ahora nos entermos que Bélgica no tiene el mismo enchufe que todo el resto de Europa (qué se piensan?) así que habrá que conseguir un adaptador lpm.
3. Chiz, que esta mañana se despertó angustiada por venir al ex país de su papá y, a la hora de andar en bici (a Dios gracias que ya habíamos salido de la ciudad) no pudo más que bajarse de la bici y quedarse dormida.

Ahora voy a apagar la compu por la falta de electricidad!

Ah, obviamente es una foto viaje porque, claro, no me anda la cámara de fotos, les dije? Ni la cámara, ni los enchufes en este país que no sé por qué se les ocurrió usar otra norma que la Europea y no avisar en ningún puto lado, ni el cuentakilómetros, ni nada.