El sopleteador de Arnet





Por fin llegamos a Gante, la linda (según le dicen). Todo el viajecito con viento en contra vaya una a saber a cuántos kilómetros por hora, así que acá no necesitamos a Arnet para que nos sopleteen, con el viento y las bicis nos alcanzan.

En fin, los dejo descansar del post eterno de ayer. Sólo quería que no se angustiaran por mi larga ausencia, queridos míos, porque sé lo horrible que debe ser esta tanto tiempo s sin noticias de alguien tan genial como yo.

/Gante

1 comentarios:

el disque bicicletero dijo...

ES CIERTO ISA, SE NOS HACE MUY DIFICIL CONTINUAR SIENDO HUMILDES.FELIZ DIA DE LA PATRIA.BESOS

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