A lonely woman in Berlin




No, todavía no me volví esquizofrénica, aunque en cualquier momento, pero por ahora me salvan de la locura los 3 libros que me acompañan y me charlarn en estas tardes. Ustedes pensarán que les cuento lo de los libros de pura pretenciosa que soy, pero no, en lo más mínimo. De hecho, normalmente, tres libros me alcanzan para tres meses (mínimo) pero tengan en cuenta que casi un mes en una ciudad desconocida y con pocos y (muy muy) nuevos amigos la obligan a una encontrar un reemplazo para la chachara y el chusmerío... aunque no sea tan genial como charlar sobre qué fue el último escándalo de tal, o viste lo que hizo tal otro, o te enteraste deeeee, por lo menos chusmeo en vidas ajenas (sin mayores daños realizados). Y, para probar mi falta de pretenciosidad, les comento que el último de mis tres libros (que temo que se termine aunque recién empieza) no es más que una novelita norteamericana sobre adolescentes en highschool y una suicida que deja notas suicidas en cassettes. Lo más Sweet Valley que se puedan imaginar (si es que se acuerdan), pero quizás medio mezclado con Scream. En fin, un grito al cliché de los 90's sin mayores logros pero, de nuevo, mejor que no tenes a nadie para charlar (ah, eso sí, ahora los libros me hablan, eso sí es verdad!).

En fin, pero retomando mis días en Berlín, TENGO un par de cosas para contar, no es que no, pero siento que son absolutamente menos contables que mi nueva relación libro-lector. Por ejemplo, les puedo contar (o pedir que se imaginen) cómo me mudé desde lo de Damián, mi querido antifitrión al hostel donde ahora estoy; viajando en una bici que tiene más de varios otoños (pero de esas que nunca fueron pensadas para varios otoños) y mis dos mochilas pesadísimas (por dejar mi enorme y feo, feísimo, bolso en lo de mi ex-anfitrión y poder volver a buscarlo en otro momento más oportuno). Casi puedo decir que mi espalda me sigue doliendo, pero estaría siendo exagerada. Eso sí, espero que en unos 40 años no me pase la factura...

Otra cosa que les puedo contar es cuanto, increíblemente, mejoró mi alemán. Sí, yo sé que no tengo ni derecho a decir que hablo alemán, pero vieran lo útil que puede ser (incluso un no-alemán como el mío) para viajar por Alemania (incluso en la cosmopolita ciudad de Berlín, porque vayan a hablar con uno de esos divinos turcos que hablan o turco o alemán, se los regalo!). 

Y lo último que podría contarles es que... buen, la verdad no sé qué es. Les conté que me perdieron la caja de libros que mandé por correo? Sin novedades desde el 24 de junio... tan contenta que estaba yo con mi librito de recetas a prueba de boludos (con ingredientes como papa y zapallo y cebolla y con 50 maneras distintas de cocinar un huevo). Bueno, ya no está más (ni ese ni los otros que habíamos comprado con Chiz). Ahora la dejé a mi queridísima mamá a cargo de llamar a Francia (porque mi wifi no permite ya tantos lujos) y preguntar... 

Bueno, ahora sí, no tengo más nada para contar. Me queda, pues, agradecerle (públicamente, porque no merece menos) al Disque Bicicletero por su buena onda y todo todo todo!!! Va a quedar divina la bici! Gracias, gracias, gracias! 

Ah! Casi me olvido: no, no tuve un problema de proyección o identidad. Solamente tenía a mano esta foto que sacó Chiz en Berlín y decidí tomarla (sin previo aviso a ella) porque era más fácil que buscar las mías.

(Personal Jesus de banda sonóra para este post, y algunos de ustedes sabrá qué gratos momentos me recuerda esa canción).

/Berlín

4 comentarios:

chizz dijo...

bueno por lo menos me diste los creditos de la foto, te la cedo solo para ser usada sin fines comerciales!!

el disque bicicletero dijo...

Isa, gracias por tus comentarios. Son exagerados, de todos modos no te reprimas.
Hablando de otra cosa, sabías que David Byrne está en Bs As presentando su libro Diarios de bicicleta? Parece que este ñato, envuelto en una aureola de ex rockero Talking Heads, recorre en bici cada lugar al que llega para promocionar el uso de la bicicleta como medio de transporte. Bueno, nosotros te tenemos a vos y a la jóven Chizz por allá. Es justo, no???

ALICIA dijo...

yo te dije Isa, que ese bicicletero era un lujo!!!!

Pol dijo...

Es verdadddddd, cada vez que veo el librito de David Byrne me acuerdo a tiiii.

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